Dedicado a un gran hombre

por María Reverte

Eres un hombre valiente
y con un gran corazón,
has luchado como nadie
y siempre al pie del cañón.

El trabajo que tú tienes
es un trabajo arriesgado,

sufriendo de noche y día
y nunca está bien mirado.

A lo largo de estos años
sé que has sufrido bastante
llevando siempre una espina
y tirando hacia adelante.

Ya es hora de que estés tranquilo,
de que cuides tu salud,
que como tú bien me dices
se nos fue la juventud.



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